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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Vida

Después de una serie de eventos en los que unos dirían que fueron desafortunados y otros no tanto, he de decir que me siento completa. Tras haber estado tres meses fuera de mi zona de confort, de mi país, aprendí muchas cosas valiosas. Cuando tuve el coraje de estar presente en cada momento, de observarme, descubrí la cantidad de reacciones que podemos tener cuando sentimos miedo, amor, rabia, felicidad. Día a día damos las cosas por sentado. Como si la vida fuese a seguir el mismo curso para siempre o como si los cambios no fuesen a ser realmente demasiado impactantes. Pero hay que ver las cosas que pasan, cuando es tu turno por un cambio significativo en el que tienes que dejar tu casa.  - Primero; toda tu vida puede estar empacada en una sola maleta.  - Segundo; te das cuenta de cuánto necesitas a tu madre, padre o a quien siempre has acudido cuando necesitas un consejo o tienes un dolor de panza.  - Tercero; que no es lo mismo estar solo que en soledad. Podemo

Magia

Cada niño y adulto deberían celebrar la magia de nacer y de ser únicos, de poder hacer tanto bien o tanto mal. Celebrar los misterios de la física cuántica y de las partículas que se comunican fantasmagóricamente. Celebrar la magia de despertar cada mañana en un minúsculo planeta cubierto por un manto de vida verde que cruza el espacio a doscientos kilómetros por segundo, y también la magia de que a su vida puedan llegar otros seres que de repente lo comprendan y le amen. Celebrar que haya flores y frutas para saciar su hambre, y agua para apagar su sed. Celebrar que escrutemos impacientes el universo con inmensos telescopios buscando más vida, que nos preguntemos incesantemente qué nos espera después de la muertes que inventamos canciones y enlazamos palabras hasta crear poemas. ¿Hay mayor magia que todo lo que nos rodea a diario? Si lográsemos vivir y educar a nuestros hijos con los ojos abiertos a la realidad misteriosa y palpitante, si supiésemos transmitirles el regalo que su