Sin intención
llegaron a mis días. Sin darme cuenta se me hizo recurrente verlos. Todo paso
de estar algo inmóvil para volver a vibrar.
Si tiene sentido, le
bajé el ritmo a la vida para subirle el volumen. Aprendí sin buscarlo. Me
guiaron, cedí el control. Aflojé sin pensar que estaba mal, abrazos por que sí,
y para desarmarme "déjate querer"
Sin notarlo, taparon
una gotera que no sabía que estaba y volvieron a llenar el vaso. Me hicieron
sentirme cómoda, a reír sin control, a no tener mucho sentido, a mostrar en
toda ocasión cómo te sientes.
Qué bonitas son las
intenciones sin intención. Los abrazos sin razón. Las miradas llenas de
ilusión.
Muchos sin, llenos de
SON.
Comentarios
Publicar un comentario