Y si me preguntan por ti, les diré: nunca ha existido una igual, nada se le compara. A pesar de tus defectos, del mal trato que te han venido dando, nos sigues regalando día a día tu belleza sin pedir nada a cambio. Espero que quien te conozca te comience a querer como te he venido queriendo. Puedo irme a otras tierras pero nunca encontraré ninguna como tú, que lo tenga todo y nada al mismo tiempo. Gracias por permitirme una vez más vivirte, Venezuela. ¡Eres hermosa! Caminando de Sabas Nieves al Humboldt.